En rasgos generales los signos más compatibles con Piscis son los pertenecientes a los otros signos de Agua (Cáncer y Escorpio)y los signos de Tierra (Tauro Virgo y Capricornio).
Y también en rasgos generales Piscis tiene menos afinidad con los signos de Aire (Géminis, Libra y Acuario) y Fuego (Aries, Leo y Sagitario).
Una unión que puede funcionar bien, aunque tal vez los demás se pregunten por qué. La devoción aparentemente abnegada de Piscis es justamente la clase de amor que Aries anhela, el perfecto estímulo para ese enorme ego ariano. A cambio, Piscis puede apoyarse en el robusto Aries, para alegría de su corazón... y Aries goza asumiendo toda la responsabilidad por la vida y el amor. Pero para Aries, todo ese control, puede haber resultado demasiado fácil de obtener, y para Piscis hay un paso muy corto entre la devoción y convertirse en felpudo. En cuanto Aries se hace más dominante, y Piscis empieza a sentirse cada vez más herido, es posible que Aries empiece a buscar un romance más desafiante. Pero la relación puede rescatarse si Piscis aprende un poco de independencia, autosuficiencia, y se niega a tolerar las humillaciones. Entonces, su misterio pisciano puede mantener a Aries intrigado y feliz, preguntándose si alguna vez usted dejará de estar fuera de su alcance.
Tauro ofrece seguridad y amor al hogar, y una serena certeza, como una roca segura en ese océano a veces tormentoso que es la vida de Piscis. Esta pareja tiernamente comprensiva comparte una verdadera confianza y la tierna promesa de que ninguno hará daño al otro deliberadamente. La relación sexual es una nube de movimientos lentos y sensuales, y puede ser un punto fuerte de la relación para siempre. La imaginación de Piscis encuentra una feliz recompensa en el apetito de Tauro, y se deleita imaginando gestos amorosos cada vez más audaces. El único punto oscuro es que a Tauro le puede resultar difícil manejar los variables estados anímicos de Piscis. A Tauro le gusta mantener un firme asidero en la vida, y los cambiantes ánimos piscianos, y a veces también sus cambios de carácter, le dificultan la tarea. Pero como ambos están dispuestos a sacrificar muchas cosas, en nombre de la generosidad del amor, esta pareja constituye una de las mejores combinaciones amorosas.
Para esta pareja, el amor puede ser a primera vista, ya que ambos se sienten inmediatamente intrigados con el otro. Piscis intriga a Géminis por dar indicios de esas sensuales profundidades ocultas que al otro le resultan irresistibles, y Géminis intriga a Piscis por su encanto luminoso que aclara su corazón sombrío, llenándolo de luz y de esperanza. Pero toda esa luz puede extinguirse en cuanto Piscis pone un cerrojo a la libertad de Géminis, empujándolo a una veloz huida. Piscis puede llegar a inundar al frío Géminis con un océano de emociones, y además a Géminis no le gusta que se apoyen demasiado en él. Si Géminis pone en práctica la paciencia y usted, Piscis, desarrolla la autoconfianza y reprime su posesividad, esta unión puede funcionar bien y enseñarle a Géminis que es posible compartir los sentimientos.
Una doble dosis de ensoñación mantiene los pies de esta pareja cómoda y prolijamente flotando bastante por encima de la tierra. Es una de las mejores combinaciones amorosas de todo el zodíaco, que puede durar toda la vida. Piscis y Cáncer combinan dos corazones cuidadosos y de sentimientos profundos, que no pueden creer en su buena suerte, ya que Cáncer desea proteger, como una madre, y Piscis tiene en quién apoyarse. El sexo es un deleite compartido, ya que ambos procuran, generosamente, dar al otro el mayor placer. Sin embargo ambos tienen el mismo problema, que es el ánimo variable. Pero siempre que no los ataque a los dos simultáneamente, ni con gran frecuencia, todo marchará bien. Pues los dos comprenden las variaciones anímicas, y la importancia de no provocar los celos.
Mágicamente atraído por el misterio y los modales suaves pero seductores de Piscis, Leo le dará protección y aliviará sus temores. Y usted, como Piscis, será seducido rápidamente por el estilo supersociable y la fuerza de Leo, y lo pondrá en un pedestal, rodeándolo de toda esa devoción que puede ocultar su gran capacidad de manipulación. Sin embargo, muy pronto pueden aparecer los problemas. Piscis anhela un compromiso que tal vez Leo no esté dispuesto a asumir. Leo se impacienta con los estados de ánimo piscianos y revela un temperamento duro e impredecible que puede hacer huir a Piscis. Una relación sexual cinco estrellas actúa como cemento si es que hay ladrillos de confianza, paciencia y mutua tolerancia que puedan unirse. Y vale la pena porque Leo tiene un corazón tierno... y eso es lo que usted necesita.
Piscis, regido por la emoción, es un tónico para el demasiado práctico Virgo, y ayuda a ese signo serio y virginal a comunicarse con su oculto centro de sensualidad, en tanto Virgo puede persuadir a Piscis de que debe agregar una dosis de realidad a toda su ensoñación, equilibrando sus variaciones anímicas, con frecuencia irracionales. Pero mientras el prolijo Virgo produce orden y organización, Piscis crea el caos, y muy pronto los interminables reproches y un campo minado de incomprensión sustituyen a la tierna intimidad. Además ambos pueden alimentar las preocupaciones del otro, ya que las variantes anímicas de Piscis y los nervios de Virgo se llevan mal. Y ambos proceden de extremos opuestos de la rueda zodiacal. En este caso, la clave del éxito son los momentos de intimidad sexual, colmados de pasión, y los dos deben tratar de lograr fuera del dormitorio la misma clase de honesta comunicación que tienen en esa circunstancia. Y bien que vale la pena.
Cenas a la luz de las velas, caminatas bajo la luna, regalos y promesas de amor eterno... el licor destilado por esta pareja puede ser tan fuerte y embriagador que estimula el amor en ambas partes, haciendo que sólo deseen al otro. Pero usted, Piscis, debe recordar que Libra puede ser un signo de la atracción fatal. Es posible que Libra sea el primero en experimentar incomodidad, a medida que el amoroso abrazo pisciano se torna incómodamente estrecho y ahoga ese famoso estilo seductor. Después se desmorona Piscis, en cuanto es sometido a demasiados comentarios lógicos, y a demasiadas salidas sociales de Libra sin su compañía. Si ambos acuerdan aceptar al otro sin tratar de cambiarlo, esta relación puede funcionar, especialmente si ambos comparten esas decisiones que tan dificultosas resultan para los dos, pero Piscis debe reconocer que es poco probable que Libra se ofrezca a desempeñar el rol de sustento.
Fuerza, apoyo y una interminable producción de ideas sensuales: esto es lo que proporciona Escorpio, y mucho más, a esta pareja mágica, y a cambio se le ofrece esa clase única de cuidado sensible que sólo Piscis puede suministrar. Escorpio se siente a cargo, y eso es lo que los dos prefieren, aunque Piscis sabe que en realidad son iguales. Esa oscura veta posesiva de Escorpio no tiene necesidad de salir a la superficie, porque la pasión de Piscis se puede ver y sentir obviamente. Los melancólicos estados de ánimo piscianos son atenuados por el fuerte escorpio, ya que ambos reciben del otro la inspiración necesaria para instaurar cambios y mejorar. Al ser semejantes en intensidad, fidelidad y compatibilidad sexual, esta pareja se cuenta entre las más favorecidas por los astros para experimentar un amor duradero. Sin embargo, puede haber un poco de descontento cuando Escorpio se retrae al sentir algún ocasional deseo de soledad.
La mutua atracción física es inmediata, pero es posible que nunca se vea acompañada de una atracción mental semejante. Pues Piscis, todo emoción y proclive a crear un mundo de dos, y el popular Sagitario, deseoso de ir a fiestas, están tan distantes entre sí como el Polo Norte y el Polo Sur y, si no tienen cuidado, pueden llegar a ser igualmente helados. Si Sagitario consigue evitar pisotear todas las tiernas esperanzas de Piscis con respecto a una boda perfecta (al menos después de la primera cita), es posible llegar a un acuerdo. Y puede ser una ayuda que ambos utilicen la tensión provocada por la relación, convirtiéndola en energía y aplicándola a alguna obra de caridad en la que pueden trabajar juntos. Eso los tranquilizará, logrando que acepten e incluso disfruten de sus diferencias.
El corazón es el hogar natural de estos dos signos amantes de la seguridad, que poseen esa compatibilidad natural que produce una amistad eterna y gran fidelidad. Al principio Piscis se verá atraído por la calma, el aire de firmeza capricorniano, y adorará la manera en que Capricornio se hace cargo de los aspectos prácticos de la vida. Y el frío Capricornio no podrá evitar sentirse cautivado, y maravillosamente ablandado por la pasión extrema de Piscis, llegando a encontrar raros y fascinantes sus cambios anímicos en vez de enfurecerse. Si el sexo no pierde vigor, esta pareja está condenada al amor para toda la vida, Puede haber alguna nube ocasional cuando la falta de sentimentalismo de Capricornio, y su amor al trabajo, hacen que Piscis se sienta momentáneamente descuidado.
La brisa de Acuario se hace sentir, y el corazón de Piscis empieza a girar, impulsado por un loco amor. Pero Piscis se siente inseguro porque las emociones de Acuario nunca serán tan profundas como las suyas. Cuando usted trata de atar a Acuario con sus cadenas amorosas, o de conseguir al menos cierta clase de compromiso, sus demandas amorosas pueden hacer huir a Acuario. De repente, la ternura del afecto acuariano se transforma en crueldad, y el amor corre el riesgo de convertirse en un recuerdo de lo que podría haber sido. Si ambos trabajan en esta relación tendrán su recompensa. Si Acuario intenta dar más, y Piscis dar menos, y ambos realmente escuchan al otro, esta unión tiene su potencial positivo. Aunque Acuario deberá ser convencido de que quedarse en casa no siempre implica haber fracasado y no haber encontrado algo mejor que hacer.
La unión de dos almas románticas puede ser profundamente sensual, ya que ambos leen los deseos del otro, y tienen la capacidad de convertirlos en realidad. Pero tienen una dosis de emoción que bastaría para seis personas, y que puede generar tal cantidad de celos que ambos pueden perder de vista al otro. Los dos son buenos para leer la mente del otro, algo que no siempre es bueno cuando uno de los dos experimenta esas dudas que siempre aquejan a cualquier relación. Y, como ambos idealizan al otro y a la relación, pueden llegar a establecer estándares demasiado elevados. Sin embargo, puede ser una pareja maravillosa si los dos deciden (tras haber superado la terrible indecisión que los aqueja) tomarse la vida y el amor de manera un poco más leve, asegurándose de mantener intereses externos que frenen la dedicación absoluta al otro e impidiendo que ésta se haga demasiado intensa y adictiva.
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